Un hijo de Marcelo Brandan Juárez, uno de los «Doce Apóstoles» que lideró el motín de Sierra Chica, el más sangriento de la historia carcelaria, fue asesinado de dos balazos en el barrio Fuerte Apache, en la localidad de Ciudadela.
Otros tres hombres resultaron baleados en el mismo ataque, que perpetraron dos delincuentes que circulaban en moto y abrieron fuego contra las víctimas, ubicadas en una plaza frente al nudo 7 del barrio Ejército de Los Andes.
Jonathan Ezequiel Brandan, de 38 años, fue la única víctima fatal de la balacera. Según indicó una fuente, recibió un disparo en el pecho y otro proyectil impactó a la altura del abdomen.
Después del hecho, Brandan fue trasladado al hospital Carrillo de Ciudadela, donde murió mientras lo operaban.
A raíz de un llamado al 911 que alertó acerca del ataque, efectivos de la comisaría 6ta. de Ciudadela Norte se acercaron a la escena del crimen y después de las primeras averiguaciones identificaron a los posibles tiradores.
A su vez, de acuerdo a la declaración de los testigos, uno de los sospechosos había amenazado a una de las víctimas días atrás por problemas de dinero.
Horas después del hecho, la policía detuvo en San Martín a uno de los acusados, un joven de 28 años. En tanto, sigue la búsqueda del cómplice del detenido.
Con el correr de las horas y el avance de la investigación, se supo que el hombre asesinado era el hijo de Brandan Juárez, alias “Popó”, quien el 30 de marzo de 1996, junto a un grupo de presos que él y otros lideraban, bautizado “Los Doce Apóstoles de la Muerte”, intentó fugarse del penal de Sierra Chica.
Al frustrarse el plan, se originó un motín que se extendió hasta el 7 de abril de ese año, durante el cual mataron a otros presos, jugaron al fútbol con la cabeza de uno de ellos, cocinaron restos humanos en la panadería de la prisión, y hasta tomaron de rehén a una jueza que se presentó para negociar la rendición.