Tras convertirse en la cuarta finalista del reality, la participante fue la primera en recibir la visita de su familia, la cual era la que más esperaba, sus hijas. Así, luego de casi cinco meses, pudo ver a sus tres niñas Mía, Nina y Felicitas, con lágrimas y emoción.
Durante el debate, el conductor Santiago del Moro les comunico a los jugadores que comenzarían a recibir visitas de su familia. Luego se dirigió directamente a Romina y le solicitó a sus compañeros que la contengan porque a poco pasos se encontraban sus hijas. Con mucha felicidad, la participante corrió hacia donde le indicaron y, al verlas, las abrazó con mucho sentimiento.
Les pregunto acerca del colegio, el inicio del preescolar de las menores, las amistades y el día a día. Además pudo jugar y compartir una comida con las nenas y presentarles a Caramelo, el cachorro de Gran Hermano que adoptó.
El público tiene mucha expectativa acerca de los próximos visitantes que recibirán los finalistas, y eso se demuestra con los altos puntos de rating que el programa está obteniendo. Asimismo, se encuentran con incertidumbre por quien será el ganador de la última prueba del líder de la emisión, la cual se jugará hoy y mañana.