Tras la inflación que se desató en el inicio de la gestión de Javier Milei, el consumo de carne cayó más de 8 kilos por persona por año, cifra que la ubica entre la peor de los últimos 30 años “por la significativa contracción que registró el poder adquisitivo de las familias en el último año, que llevó al desplome del consumo per cápita de carne vacuna”.
Según un relevamiento de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), en los primeros cinco meses del año, el consumo de carne vacuna por habitante en el país fue de 44 kilos por año, un 15,9% menos que en el mismo lapso del año en 2023.
El informe sostiene que la caída de la ingesta fue de 8,3 kilos. Exceptuando los primeros cinco meses de 2020, se trata del volumen más bajo de los últimos 30 años. También, la CICCRA indicó que los valores de mayo subieron un 2,4%, lo que indica un aumento de 283,9% tomando el mismo mes de 2023.
Asimismo, detallaron que estuvo por debajo del 4,2% del aumento general del costo de vida y del 4,8% de incremento de los alimentos. En la mesa de los argentinos la carne de cerdo y pollo, son alternativas recurrentes que eligen los consumidores ante el impedimento de consumir carne vacuna: los precios.
Los precios de mayo de 2024 con los de mayo de 2023, surge que en el caso de los cortes vacunos el alza fue de 283,9%. El máximo correspondió a la carne picada común, cuyo precio subió 307,8% en los últimos 12 meses, y el mínimo al
asado, con un incremento de 259,7% interanual.