El conjunto albiceleste quedó eliminado de la copa del mundo que se disputa en Australia-Nueva Zelanda al perder por 2 a 0 ante Suecia en el tercer partido de la fase de grupos. El partido se jugó en Hamilton y correspondía al Grupo G. Los goles fueron de Rebecka Blomqvist y Elin Rubensson.
La Selección Argentina se despidió de la máxima competencia internacional y en sus tres presentaciones se midió ante dos potencias de Europa (Italia y Suecia) y Sudáfrica que en un país emergente como nosotros en el futbol femenino
Las dirigidas por Germán Portanova tenían una chance mínima de pasar de ronda, sin embargo, se enfrentó al seleccionado número 3 en el ranking mundial y ya clasificado en la segunda fecha de la primera fase.
Los goles de las escandinavas, que pusieron un equipo suplente, fueron de Rebecka Blomqvist, de cabeza a los 66’ que sentenció toda ilusión de las argentinas. A minutos de que finalizara el encuentro, de penal, convirtió Elin Rubensson.
Del lado del conjunto nacional, jugaron las habituales titulares con la ilusión de lograr ganar su primer partido en una Copa del Mundo y quizás pasar de ronda. Al cantar el himno nacional, se vieron las lágrimas de Estefanía Banini, la referente del plantel, quien quizás jugó su último partido con la camiseta albiceleste. Asimismo, la arquera Vanina Correa, quien jugó su último mundial y representó la camiseta en tres ediciones.
En los tres encuentros, se pudo observar una gran multitud que apoyó a las futbolistas argentinas en los estadios al grito clásico de “Olé, olé, olé, cada día te quiero más, soy Argentina, es un sentimiento, no puedo parar”.
Si bien, comandadas por Banini, Portanova, Correa, y Rodriguez, las argentinas dejaron todo en los tres partidos, pero se mantiene la diferencia entre las selecciones internacionales. Entre otros objetivos del plantel fue ser “competitivo” contra los mejores planteles del mundo. En ese sentido, Argentina perdió por la mínima ante Italia. Logró empatar 2 a 2 ante Sudáfrica, y compitió de menos a más ante la selección número 3 del mundo, Suecia.
Después del partido, entre lágrimas y emociones que se percibían en la mitad del campo de juego, las futbolistas y cuerpo técnico se despidieron del mundial y su gente.