El presidente electo Javier Milei confirmó este miércoles al extitular del Banco de Córdoba como futuro presidente de la entidad bancaria y a Darío Wasserman como vicepresidente.
Así, el 10 de noviembre inicia una “nueva” etapa en la historia de Argentina, pero con viejos actores políticos que reaparecen en escena, recordando la crisis del corralito, el estallido social, el caos y disturbios en las calles.
Es que, Daniel Tillard, fue funcionario del menemismo, donde seguía ordenes explicitas de Domingo Cavallo, el Ministro de Economía que se dedicó a realizar ajustes estatales e impulsó la privatización de las empresas públicas, como la estabilidad ficticia, el plan 1 a 1, que provocó un estallido social sin precedentes y una de las peores crisis económicas que sufrió el país.
Parece raro que, Javier Milei decida “reciclar” distintas personalidades de gobiernos anteriores, utilizando a la casta de la que se quejó, como su principal sostén político. Desde Caputo, que se desempeñó como funcionario en el gobierno de Mauricio Macri, y uno de los creadores del préstamo con el FMI, como también el impulsor del bono a 100 años con cupón de intereses de 7,125%, a Tillard que posee un historial familiar de “malversación de fondos”.
Desde sus comienzos en el 2001, como subsecretario de Normalización Patrimonial liquidó empresas estatales y obras sanitarias de la Nación, luego fue director del Banco Provincia de Buenos Aires, y director de la empresa de red de cajeros automáticos Link, como también director suplente de la empresa de seguros de depósitos Sedesa.
También hay que recordar que Sergio Massa denunció este año que, su hijo Ignacio Tillard, titular de Max Capital, una empresa financiera con vínculos con el macrismo, promovió una corrida cambiaria. No es raro entonces que, al hijo de Tillard, se lo acusó de hacer circular información de una inminente devaluación del 50% que provocó que el dólar blue se disparara.
Por otra parte, la esposa del funcionario de Milei, Julia Couzo Peñaloza de Tillard, estuvo involucrada en una causa por malversación de fondos del PAMI , por lo que estuvo prófuga y con pedido de captura nacional e internacional, hasta que la Corte Suprema del menemismo les concedió la eximición de prisión.