Luego de una larga espera, la justicia condenó a los diversos efectivos policiales que estuvieron implicados en el homicidio de Lucas González, joven que volvía de entrenar junto a sus amigos del barrio porteño de Barracas. Dentro de estos delincuentes, tres de ellos fueron condenados a prisión perpetua.
Los culpables de este crimen fueron Grabriel Issasi (42), Juan José López (48) y Fabián Andrés Nieva y fueron declarados culpables del «homicidio quíntuplemente agravado por haber sido cometido con arma de fuego, alevosía, odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por ser integrantes de una fuerza de seguridad».
Por otra parte, también se les atribuyó el delito de “tentativas de homicidio quíntuplemente agravado» de los adolescentes Julián Salas (19), Joaquín Zúñiga (19) y Niven Huanca (19), los acompañantes que se encontraban con Lucas el día de su muerte.
A su vez, otro cómplice fue Sebastián Jorge Baidón, que cumplirá 8 años de cárcel por las «torturas» hacia los jovesnes que pertenecian dentro del hecho. Por otro lado, otros cinco policías fueron penados con entre 3 y 6 años de encierro y otros tantos resultaron absueltos.